Hay días
anochecidos
en los que las tardes
se tiñen de un rojo
sangrante
Las calles se vacían de multitudes
deambulantes
hablando solas
pa' dentro
Mi casa
se alarga
hasta tornarse
inabarcable
El sueño
se puebla de fantasmas
que se arrojan moribundos en mis brazos
Y la vida
se enrieda en mi mente...
Saco del baúl todas mis culpas
y me las clavo
una por una
hasta sentirme finalemente
derrotada
lamer el fondo del pozo
y ponerme nuevamente
de pie.
3 comentarios:
Siempre de pie, Marina. Ud ya sabe: La espalda erguida, la vista al frente y las tetas en punta. Que abran cancha, porque viene ud. Qué tanto.
Gracias che, se hace lo que se puede. mucho pa' poner en punta no hay, pero buen...
Gracias x el aliento, siempre viene bien.
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