Dicem los que saben que hay que tratar de poner en palabras al dolor. Aunque creo que el dolor no tiene palabras, encontré algunas que conozco y las definí tal cual yo las pienso:
hidrocefalia: Dícese de un mal tan terrible que puede acabar con un sueño muy grande en muy poco tiempo.
Cráter en el corazón: Hace referencia a un vació enorme y oscuro que puede formarse dentro del pecho después de haber vivido una tragedia personal.
Preguntas sin respuesta: Son aquellos porque???? que tienden a tornarse infinitos.
Ausencia de certezas: Hace alusión a aquellas certezas que en sí no lo son por lógica, sino porque las necesitamos para vivir y que en algunos casos tienden a esfumarse. Por ejemplo: Nos levantamos cada mañana pensando que vamos a hacer esto o aquello de tal manera y no en que quizá en este instante ese estrelle un meteorito en nuestras cabezas.
Leyes siniestras: Son las leyes argentinas en relación a la salud reproductiva que determinan que por ejemplo, un feto, aunque agonizante y con riesgo para la salud de la madre no puede ser extraído hasta su defunción. Claro en esos casos también tenemos una sociedad hipócrita, en la cual la madre en ese estado tiene la posibilidad de recorrer pasillos de tribunales y ver si en el improbable caso de un fallo a favor, algún médico accede a salvar su vida.
Gente que vale la pena: Dícese de aquellas personas que sea lo que sea que haya que decir tiene el valor para hacerlo.
Fuerza para seguir: Es aquella que nos transmiten las personas que queremos y nos quieren. Es también el amor de quién comparte la herida.
1 comentario:
hay sueños que nunca terminan. A veces, el dolor puede afectar a las palabras, pero si somos fuertes siempre va a prevalecer la esperanza. No me afloje, mi vida, que hay mucha vida por delante y muchos sueños por cumplir. Te amo.
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