O la puerta no esta, o no la puedo ver. No se murió nadie, no. Quizás si. Quizás estoy muerta y escribo este póstumo desde mi condición fantasmagórica. Vaya una a saber.
Lo cierto es que hoy me pesa el pesar.
Siento que lo que quiero no llega. Y no va a llegar.
Que no tengo ningún mérito. Para nada.
Y que las cosas buenas que me pasan son más producto de una carambola cósmica o del error en el que incurren las pocas personas que me quieren que de otra cosa.
Tengo un nudo, una tristeza, unos pasos cansados de andar.
Y cuento mas canas que pelos negros.
Y cuento mis arrugas.
Y me doy tanta pena que hasta me tiraría una monedita. Permitaséme este egoísmo.
Mejor me voy a tomar unos mates.
2 comentarios:
Será el famoso y tan ponderado viejazo ? condición química que nos agarra de vez en vez, sin embargo dicen que los mates son buenos para la superación de dicho fenómeno.
saludos
Puede ser. Yo creo que a eso se le suma cierto stress producto de laburar en cuatro escuelas del conurbano bonaerense.
Saludos Mario.
Gracias por pasar.
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