sábado, 4 de septiembre de 2010

Caos y Control

Mi cabeza funciona bien. Bien como se le da la gana.
Pienso que a veces debería acompañar un poco más. A la realidad. O al resto del cuerpo. Por ejemplo. Como ahora, que siendo las 5 de la mañana de un sábado (si, si, de un SABADO significa que podría dormir hasta las 10, 11) estoy acá tomando mates y dando vueltas por la casa. Pensando en las cosas que tengo que hacer, como por ejemplo los papeles que tengo que llevar el lunes a la escuela del panamericano, la pipeta que tengo que comprarle a pelu, etc...
Y también lo que debería haber hecho ayer como por ejemplo encontrar la manera sútil de putear al director de mi escuela sin que esto resulte en un grave incidente. Porque a una la puteada le queda como dando vueltas cuando no la dice. Y ahora lo pienso todo de nuevo y digo no puede ser taan culoroto. Pero si. Es de eso tipos a los que les da vértigo levantarse de la silla. Y lo de antojadiza de mi mente tiene que ver con todo esto porque el gran erros mio fue en vez de "Mendez" puse "Menzi" que es una síntesis del nombre y el correo electrónico de esa persona. Y por eso dice no mando los papeles que yo necesitaba que mande. Pudiendo arreglarlo. O avisarme al menos. En fin.
Volviendo a mi cabeza entonces (que era el tema de esta humilde composición egocéntrica) tiene una capacidad importante de ordenar las cosas a su gusto. Ayer se le ocurrió, sin ir más lejos, que tenía que tenía turno con el neumonólogo. Y me condujo al consultorio de mi doctor 3 días antes del día correspondiente. O se queda en blanco ante preguntas del tipo ¿En que mes estamos? ¿Qué seminario cursas? De todos modos, no es que me preocupe tanto. El orden nunca me caracterizó. Mi placard es la mejor expresión de ello. Me asustan más cosas como las que hace Tatiana (una colega amiga) que mientras esperamos en el Consejo Escolar conversando de bueyes perdidos saca uno a uno los alfileres de la cartelera y los ordena en fila. Yo la miro consternada y se sonríe. -Me molesta que los alfileres estén desordenados, me dice y continúa con su tarea.

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