lunes, 9 de febrero de 2009

Años II

Mejor fue panza abajo. Julia pudo así lograr un descanso efímero pero relajante, flotando arriba de su panza globular.En eso estaba cuando escucho los gritos de Alejandra. Su hermana tenía muchisimas virtudes, pero ninguna de ellas era la diplomacia, y ahí estaba cantándole las cuarenta verdades a la vecina cuando salio al patio a ver que pasaba...
Sus vecinos eran un conglomerado de tres o cuatro familias aglutinadas en un terrreno, todos tenían diferentes casas y mambos, pero compartían entre ellos la misma profesión: hombres carniceros, mujeres amas de casa y todos umbandas. El templo se erigía sin ninguna solemnidad en la parte delantera del terreno que da a la vereda y cada sábado los escuchaban entrar en ese estado tan particular que pueden causar la música, los bailes el contacto con los dioses y cinco botellas de Legui con cuarenta grados de calor.
Los gritos venían de Marisol, una chica joven y bonita que tiene un leve retraso mental debido a las palizas continuas que le propina su marido a diario como para que quede claro quien manda en la casa. Cuando se cansa de pegarle a ella le pega a alguna de sus preciosas hijas. Todo esto a Julia le ponía los pelos de punta cada vez que sucedía, pero ya no sabia que hacer, cuando hizo la denuncia la policía se encargo de explicarle que es la vecina la única que puede denunciar esto como para que ellos puedan intervenir. Ese día supo (cuando la policía se acerco "de oficio" a ver que sucedía) del terrible secreto que nadie podía saber....
La Mai, una vieja rubia que vive arriba del templo, le reprochaba a Marisol reprochandole el haber gritado "No me pegues!!! estoy embarazada!!!" ante las trompadas del hijo - No ves nena que si viene la policía se puede descubrir nuestro secreto?!!
Después de eso el "nene" parece haber resuelto espaciar los ataques o hacerlos menos escandalosos, porque ahora ya no se escuchaban tan a menudo los gritos de ella.
Hasta esa tarde, las cosas con los vecinos se mantenían en niveles de conflicto aceptables.
Pero parece que las risas y juegos de los chicos, que estaban en la pileta, pertubaron la triste paz de Marisol, que desde el otro la lado de la medianera, empezó a pedir que se cayen. Eso saco de quicio a Alejandra, que al escucharla le empezó a gritar -Que te pasa?! yo me banco los gritos de ustedes! borrachos de mierda! todos los sábados no me dejan dormir!
Alejandra -Vos decís que no griten?! y cuando el borracho de tu marido se pone en pedo y las caga a palos? si hasta cuando estabas embarazada!

Y ahi nomás se aparecen la Mai, Marisol y el marido. Ring, ring. Julia y Alejandra en la puerta, detras de las rejas, la familia carnicero umbanda.
Julia -Cuchame una cosa, si tenes algo que decir de mi nena, me tocas el timbre y me lo decís a mi!
Marisol - No, bueno, yo no sabia que era tu nena...sentí gritos y pedí que no griten, que mi bebe esta durmiendo.
Y así hablando se entedieron, ellas.
Claro que el no quedo tan satisfecho con el dialogo...por lo bajo Julia lo escucho rumorear...Deja, para que vas a hablar? esto se soluciona a cuchillazos.
A las vientidos Julia decidió caminar hasta el quiosco a comprarse puchos. Como no volvía Alejandra llamo a la policía. Encontraron su cuerpo con catorce puñaladas enterrado en el patio, junto con el de otras vecinas que habían desaparecido. La causa fue caratulada de homicidio culposo en primer grado.
Quizás mañana, nunca llego.

1 comentario:

Ojaral dijo...

Bueno, menos mal que los vecinos no eran avaros. Mire si a Julia la faenaban y terminaba colgando de los ganchos en el mostrador de la carnicería. :P
Muy buena esta truculenta historia.
Saludos!